Este
fin de semana me repetí por partida doble una película argentina, llamada “Relatos
Salvajes”, y uno por pensar ‘¿Pa’ qué me compro ese hueso de película?’ Por más
ni menos, nos esforzamos al ver esta producción, nos sentimos ya encarretados
en las seis historias que reflejan el flagelo que la realidad actualmente se
hace alienar en este contexto tan crudo y lleno de humor negro, que en algunas
circunstancias se cuesta la vida, sin importar que sea una broma de mal gusto.
De tal manera que dichas historias son casos de la vida real, en la que el
director Damian Szifron, ilustra un mundo que el ser humano se vea sumergido en
situaciones de intolerancia, desorden psicológico y emocional, alcoholismo, corrupción
y más.
Empezando
por el desorden psicológico, logramos ver que algunos de los personajes como el
no identificado Gabriel Pasternak, un hombre que tiene una vida depresiva y
socialmente aislada, y por no tolerar los comentarios que la gente hace él, se
ocasiona una severa tragedia cobrando muchas vidas. Filosofica y psicológicamente,
el ser comentado por la gente, se puede tomar como cosa personal y la mente automáticamente
se desequilibra y se pierde la razón, hasta hacer una locura, y dicha locura en
extremos puntos se llega al suicidio como un modo de satisfacción o modo rápido
de solucionar los problemas y dejar de existir en un mundo real ya
distorsionado. De hecho, las escenas en donde se observa la gente en el avión hablando
del individuo mencionado, y por coincidencias la gente ya se obsesiona, conectándose
a una incomoda conversación en la que la misma sociedad se obsesiona con saber
sobre la vida privada de los demás, y convirtiéndose en el tema diario.
"NO ADMITO MEDIOCRES!!! NADA DE MEDIO PELO!!!"
La
intolerancia en la película invade dos historias la primera, una mujer trabajando
en un restaurante de carretera, se ve expuesta a una serie de insultos por
parte de un cliente malas pulgas, y tal cliente le genera un trauma debido a un
oscuro pasado que tuvo, y la cocinera, compinche de la mujer, le propone que
haga justicia. Intolerancia o hacer justicia por su cuenta, suena mejor la
segunda, sin remordimientos se comete el crimen hasta satisfacer esa sed de
venganza, y el ser interno descansa depues de ese largo tormento, y lo que
Scifron plasma es una distorsion en la capacidad de razonar, al momento de
defender a su compañera de trabajo, la cocinera cumple con su cometido, y asi
ese trauma se sana de inmediato, pero el familiar que atestigua la muerte de su
ser querido puede terminar a verse psicológicamente afectado. Otro caso de
intolerancia es en la que dos individuos se arman una disputa en la carretera,
ya que el primero no le permite rebasar al que iba detrás en una curva, hasta
que el segundo en un momento de desesperación lo insulta por la ventana, hasta
que repentinamente, un neumático desinflado da origen a una futura pelea física
y verbal en la que resulta una tragedia en la que los dos personajes fallecen,
y de ahí se dice que el hombre es victima de su propio invento, y en dicha
pelea al igual la capacidad de razonar y negociar no se ve hasta acciones
exageradas suceden, parecido a un ser desadaptado socialmente.
"La guerra del centavo"
La
corrupción en el sistema es otro flagelo que se visualiza en la película,
hablando de la vida de un hombre que se ve alejado de su nucleo familiar y su
trabajo, la razón de ese aislamiento es el obligarse a pagar unas exageradas
sumas de dinero por unas infracciones, llevándose su vehiculo a los patios, y
siendo realista no veía ningún problema para estacionarse en los sitios públicos.
Por lo visto el problema del acarreo de su vehiculo aun persiste, la
deseperacion se apodera del individuo consiguiendo perder su cordura, hasta
tambien prometer vengarse del sistema como tal, la gente se enorgullecio al ver
como un ciudadano peleó por su propia dignidad, y la sociedad hipócrita lo
elogia despues de semi aniquilar la injusticia del mismo gobierno corrupto,
pero su familia siempre apreció su acto.
"Hoy cae un peaton, mañana... quien sabe..."
Los
estragos del alcoholismo en la adolescencia, tambien es el otro ingrediente del
flagelo social, en especial la familia, los padres por evitar el sufrimiento de
ver a su hijo en la cárcel, sacrifican ciertas fortunas de dinero. Hablando del
alcoholismo, Szifron habría tomado en cuenta el caso de los conductores
hebrios, y en Bogotá recordado al incidente de Salamanca. Evidentemente, los
padres tratan de convencer al abogado que agilice el caso lo mas rápido posible,
pero lo que sucede es que el hijo ya carcomido por el remordimiento de matar a
una persona, asume las responsabilidades mas tarde, y ya es un acto de
honestidad sin importar el riesgo que pueda correr. Hasta la influencia del
dinero puede corromper a los interesados en el caso, en una escena donde el
familir de la victima cumple con su venganza, pero el resultado es diferente.
"Me ha servido para ahorrarme lo del Transmilenio... partida de corruptos"
Y
finalmente, el caso de los celos enfermizos y la infidelidad, el plato final de
esta historia, refleja cuando una pareja, ya sea de novios o de casados, no
saben como pelear, el irraciocinio en una de las personas genera un acto mas
bochornoso en publico, como una prueba de despecho, o tambien personas que
aprovechan la situación para sacar provecho de los bienes de los otros, y satisfacer
sus ambiciones personales y mas que todo su enceguecida avaricia. En el relato,
se hace una connotación a las parejas que se enamoran ciegamente y luego la insatisfacción
es lo que genera la misma infidelidad, poniendo en riesgo el bienestar en la
pareja y sus familias, un inmenso conflicto psicológico y emocional que aveces
da como resultado el observar una situación tan incomoda que ya no se puede
describir, la gente termina perdiendo.
En
reflexión a este post, la película que Damian Szifron demuestra la realidad de
la sociedad, basándose en lo que hizo Steven Spielberg con su serie de ciencia ficción
“Amazing Stories” (Historias Asombrosas), y compitiendo con “The Twilight Zone”
de Rod Serling, y en cierto punto, la gente dice que vive los días mas extraños
de su vida y sintiendo una sensación de Deja Vu, o mas bien soñando despierto y
sintiendo incomodidades que le indisponen el dia a la persona, y que en varias
circunstancias, se pone a comentar las cosas de manera emotiva, y la sociedad,
aun alienada a la tecnología, las satisfacciones personales, la manipulación colectiva
se siguen convirtiendo en un flagelo que aun sataniza la calidad de vida de las
personas, y esta película nos invita a reflexionar sobre las cosas que hacemos
dia a dia.
Hasta
el próximo domingo.
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