Desde
el pasado jueves siete de septiembre, recibimos la visita de una persona que
nos llena de reflexión y vida en la sociedad católica y a la vez laica, el Papa
Francisco, un hombre que toca la vida religiosa como una filosofía que abre
muchas puertas hacia las cualidades que nosotros tenemos y que podemos
demostrar al resto del mundo. Sin embargo, el tocar el tema de la religión
suele ser tan delicado que hay que ver la manera de dirigirlo a la gente, que
no despierte la controversia y de paso una ruptura de relación social.
Durante
su visita a nuestro país, Francisco nos trae un mensaje con voz de aliento,
enseñándonos a vivir con fé y alegría; la fe es nuestra guía, viéndolo como el
pastor y su rebaño de ovejas, hablando de la cultura del perdón y la tolerancia
hacia los demás, pensando en las dificultades y demás situaciones que nuestro
país pasa a diario. La palabra con el espíritu siempre esta en compañía de la
fé. El momento de bendición que el Papa nos ha transmitido por este periodo de
cuatro días, es el inicio de un periodo que forme un nucleo social y creyente,
un grupo de personas obrando de manera creyente y pensando siempre hacia el
futuro. Vivimos en un país potentemente variado en flora y fauna, ademas de
tener grandes industrias puramente nacionales, ademas del café, sea un terrerno
magno para poner en practica una siembra especial, el compromiso individual y
perseverante que es forjar un futuro lleno de bendiciones, dentro de un
presente lleno de motivación, el fin es llegar a construir una sociedad
colectiva y realmente humana.
Pensando
mucho en los discursos que Francisco compartio en ciudades como Bogotá,
Villavicencio, Medellín y Cartagena, es distinto a lo que los curas dicen en
sermones, dejando de lado la condenación y la misma rutina de oir frases como
‘hay que creer en Dios’, ‘reflexionemos sobre lo que hemos hecho y no caer en
el mismo error’, y demás. El padre santo manifiesta su sentimiento de
preocupación y consternación ante las declaraciones de la gente testificando
sobre los horrores de la violencia y el estigma del narcotráfico, de ver cómo
perdieron sus seres queridos debido a la ciega ansiedad por ganar más poder y
dinero. Factores como la corrupción y la violencia corrompen nuestra mente, y
tomando como excusa la paz, y esta paz no se gana bajo acuerdos políticos, sino
que la equidad social, la justicia, y en especial el entorno social en todos
los sectores, la invitación al cambio, dejando de lado la ‘lacra’ del
narcotráfico, y la mejor solución es ‘Dar el primer paso’.
La Fé Y La
Confianza
El
fundamento que la sociedad siempre ha sembrado desde la infancia, especialmente
desde que empezamos a crecer y a entender el significado de una positiva
relación interpersonal, es la fe y confianza. La creencia magna dentro del
entorno social es el darle la oportunidad a la gente que crea en nuestra
palabra, asi como creer en la de ellos, no con el fin de poner el uno al otro
en contra, sino que haya ese ambiente armonico y cooperativo. El pontífice nos
da a conocer una mirada hacia Dios, hablando que Él es el que siempre esta a
nuestro lado, ayudándonos a estar seguros y romper el hielo del temor, y si
hablamos de ese sentido de confianza, que podamos ponerlo en practica y obrando
con fé se llegue a una transformación de una sociedad diferente. La justicia,
la verdad y la equidad son el verdadero concepto de alcanzar la paz social, la
paz que realmente no es dependiente de un acuerdo, ni una negociación, sino que
de una mentalidad optimista y tolerante, ahí se llega.
La
fé que nosotros conocemos, ya es totalmente distinta, que según Francisco, no
es ir a misa los domingos a la iglesia a oír un Padre Nuestro, ni un Ave Maria,
ni rezar solamente, sino que es escuchar el mensaje de la biblia, dentro de los
testimonios y las reflexiones que se relacionan a nuestro diario vivir, que
inclusive, es la invitación a no desfallecer a las adversidades y pensando en
soluciones a cualquier tipo de problema, sin llegar a la desesperación,
pensando en la gente que se preocupa por nosotros, actuando en equipo, tomar
iniciativas propias, y el dialogo es la conexión de un individuo al mundo
social, tratando a ricos y pobres por igualdad de condiciones.
La Invitación
A Ser Alegres Y Soñadores
En
parte del mensaje que Francisco dio al inicio de su agenda, tocó un tema que la
gente echó de menos, la invitación a la alegría y a ser soñadores, detestando
el estigma de la violencia social, pensando en la juventud de hoy en día,
iniciando en la Plaza De Bolivar un discurso llamando la atención a los ‘rolos
o cachacos’, ‘paisas’, ‘costeños’, ‘vallunos’, y más, sintiendo la presencia de
gente que ama el arte, la música, la colectividad y el deseo de progresar, da
un mensaje de invitación a vivir alegremente, diciendo ‘no se dejen robar la
alegría’ y no perder sus sueños. Deduciendo que muy poca gente es optimista y
comparte con los demás sus sueños y mejores momentos. Hace un llamado de
atención a la indiferencia, invitando a la aceptación y la adaptación hacia los
demás, y que ademas de la aceptación y ser alegres, los sueñios tambien son la
unión y amor hacia el Señor. Cabe resaltar que en la alegría, se puede
compartir el ‘refajo’, el café o un vaso de jugo disfrutando en grupo un
partido entre el Atlético Nacional y el América de Cali, son una de muchas
ocasiones para estar juntos, luchando juntos, como una familia, no dejarse
llevar por la violencia y las adversidades.
La
percepción de Francisco ante el negativismo de la juventud es tan obvio que hay
gente que siente rencor hacia los demás, y se aferran al pasado, sin tener la
oportunidad de perdonar a los que se equivocan, matando definitivamente la
confianza hacia los demás y transformando a una sociedad fuera del sentido de
la equidad, afecta el lado espiritual y deshace los proyectos que se tienen en
mente, la representación de los sueños crea un ambiente de solidez y credulidad,
lo que puede darle oxigeno al país. El compromiso esta sobre el cumplimiento,
lo que estabiliza, fecunda, y hace el progreso en nuestra sociedad activa, sin
conflictos y en rechazo a la discriminación y violencia.
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