Las pandemias que se devoran el mundo son ese ingrediente secreto para los directores, lo que dispara ese rating tanto de ventas de taquilla como de descargas online, el cine asiático de terror y post-apocalíptico es el motor de la originalidad que nos llama nuestra atención, y nos acordamos de una cinta coreana como ‘Estación Zombie’, en inglés ‘Train To Busan’, dirigida por Yeon Sang-Ho, adaptada de una manga coreano, y haciendo algo tan poderoso como Guerra Mundial Z, tambien adaptada de un comic, además se creó un videojuego para PS4, XBOX One y PC Steam. La evolución del cine zombie se le contribuye a su patrono George A. Romero, el creador del concepto del zombie como arma biológica, a diferencia de los resucitados por magia negra y ciencias ocultas. La secuela alterna de Train To Busan, ‘Península’, abre otra via a lo que un virus manufacturado es capaz de arrasar con una población entera, cerrando puertas a toda posibilidad de salvarse.
Podríamos entrar al contexto de ‘The Walking Dead’, ‘The Flu’ y ‘The Last Of Us’, donde en un futuro no distante, casi a nuestros días, un mundo devastado por la misma actividad humana, virus imposibles de hallarle la cura precisa, y el resultado es diezmar gran parte de la población, y así pulsar el botón de ‘reset’ para dar borrón y cuenta nueva para el mundo, una historia nueva para los sobrevivientes. Entonces, Train To Busan ‘Peninsula’, nos da otra perspectiva al fenómeno conocido como ‘survivalism’, o en genero de películas y videojuegos como ‘survival horror’, y aquí lo van transformando en mucha acción, y sonaría muy raro decirlo, como ver una especie de ‘The Last Of Us’ en un remix entre Resident Evil y Rápido Y Furioso, carreras de autos barriendo con zombies al paso.
Yeon Sang-Ho quiere crear un capitulo distinto a su entrega previa, mitigar ese contenido elevado de terror, y asimilar esta película nueva como una especie de videojuego que contenga acción, una narrativa dinámica, que algunas veces tiende a exagerar las cosas y llegar al aburrimiento, nos dan ganas de dormir, pero la idea es crear algo muy entretenido y movido, aislando ese horror estático y lleno de clichés.
Una Pandemia Por Cuatro Años, Exactamente Lo Mismo Pero Diferente
Como habíamos mencionado, Yeon plantea una historia distinta a su entrega anterior, tiene una cierta conexión con la primera entrega, si no la han visto, no hay preocupación, solo el comienzo nos da un recuento breve para un recorderis, sobre una ciudad devastada por una pandemia sin control. Otro grupo de personas nos cuenta su historia, atestiguando como los infectados por el virus desconocido se convirtieron en zombies, obligando al gobierno a poner el país en una cuarentena definitiva, pero no fue suficiente, pues las victimas aumentan sin parar, lo curioso es que no hay la sensación de horror que uno se imaginaba, el mundo como tal entra en pánico si pasa una situación como estas, pero aquí parece como si fuera algo gracioso.
La película por un lado bien recibida; pero, por otro lado, criticada. Sólo que Yeon Sang-Oh es uno de los directores mas reconocidos en Corea Del Sur, y fijándose en películas con critica a la sociedad. Sus cintas animadas son esa representación gráfica sobre cómo un país se va destruyendo en el aspecto socio-político. Train To Busan toca la manera de como un gobierno toma decisiones radicales para salvar su propio pellejo dejando de lado al pueblo que sufre. Incluso, en Peninsula, podemos hacer referencia a The Last Of Us, en cuanto a observar grupos o comunidades con tendencias psicópatas, y ahí es cuando la gente va perdiendo su humanidad, creando el circo del sadismo. Luego eso se va perdiendo en las desbordadas escenas de acción sobre ruedas, creando una narrativa emocionante, pero que pierde el interés.
En ‘Peninsula’, se quiere crear un mundo real en lo ficticio, en efecto se mantiene la combinación inusual entre Resident Evil y Rápido y Furiosos, imaginarnos a Toretto con un Charger reforzado y barriendo con zombies a su paso, y de ahí la película se mantiene en ese aspecto. La entrega anterior, se enfocaba mucho en la desesperación por sobrevivir y poder llegar a la zona libre de cuarentena con el resto de sobrevivientes, y el tren como tal, fue el escenario perfecto, y con el comportamiento de los zombies, se hace una referencia a Guerra Mundial Z, los infectados también son estratégicos a la hora de atacar. Las persecuciones en auto son el reemplazo de ese tren sofisticado. En efecto, esta narrativa es un verdadero cliché de los juegos y las películas mencionados.
Una Película Oriental Americanizada, La Verdadera Cara De La Pandemia
Yeon Sang-Oh se planeó una película con adeptos occidentales, dejándose contagiar de estereotipos gringos, plantearía una perspectiva futurista del ‘cine de zombies’ de George A. Romero, un visionario de la transformación y evolución de los zombies como armas biológicas, pandemias intencionalmente provocadas y hacer de los virus un negocio potencial para las futuras guerras. Ademas de Rapido y Furioso, se estereotipó la también post-apocalíptica historia de ‘Mad Max’, en el que se ve un sinfín de montones de autos reforzados para acabar a los zombies, o estos destruyéndolos, uno podía imaginarse en esa historia, los personajes se centraran mucho en desentrañar sobre los orígenes del virus, recorriendo la ciudad y poder llegar (trabajosamente) a un laboratorio donde se manufacture el mismo. No obstante, los personajes simplemente pasan por todo lado repartiendo bala por doquier, como las películas de Chuck Norris y Sylvester Stallone, se llame cine bélico – zombie.
Seguimos en esta susodicha pandemia del COVID-19, para algunos no creíble, para otros sí, apenas verse una película con un tema como este, pone a más de uno a pensar, las películas tienden a predecir las cosas, y viendo la perspectiva de Contagion, hablando de lo sucedido con la pandemia del A-H1N1 (y Steven Soderbergh la rebautiza como MEV-1), obligando a la población mundial a una cuarentena estricta, y luego se ponían a la tarea de averiguar sobre el paciente cero y ahí trabajar duro para la vacuna, y la gente desesperada consiguiendo medicinas alternas, provocando el caos, o si hablamos de zombies modernos, como Danny Boyle describe en su franquicia de ‘Exterminio’, un ambiente devastado por un virus, aniquilando gran parte de la raza humana, dejando un solo sobreviviente, referente a ‘El Hombre Omega’, o ‘Soy Leyenda’, una sola persona recorriendo ciudades abandonadas en busca de sobrevivientes.
En tales puntos, el tema de la pandemia en la película es totalmente aislado, los zombies son también dejados de lado parcialmente, toma referencias claves de sus entregas previas ‘Train To Busan’ y la predecesora ‘Seoul Station’, prácticamente una trilogía orquestada por Yeon Sang-Oh, un hombre que incluso crea un ambiente dantesco en el que la sociedad se sigue destruyendo, mientras que esas pocas personas valoran la importancia de la vida, encontrando un refugio donde otras personas piensen en reconstruir un país lleno de progreso e importancia por el equilibrio y el desarrollo sostenible. A diferencia de crear regímenes militares que solo usan su poder para atormentar a la población civil y crear una potencia armamentística.
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