domingo, 21 de agosto de 2016

Las ‘Tetas’ De Mi Madre, Prueba Reina De Una Inocencia Interrumpida



Esta semana nos fuimos de tour por el festival de cine colombiano en la Biblioteca Gabriel Garcia Marquez en el parque del Tunal, y otra película que nos dejó consternados con un tema que tristemente desdibuja la inocencia interrumpida de la niñez que vive en estos días, y resaltando en el peor de los casos la enceguecida desorientación sexual experimentada, la mentalidad en el complejo de Edipo, además de ver otro flagelo como la explotación laboral hacia los infantes, inclusive el explorar el bajo mundo del microtrafico. Carlos Zapata, el cerebro a cargo de la dirección se sintió muy curioso por ver como ese ser preadolescente, se adentra a una historia corta que tiene un sinfín de etapas que lo conducen a la perdición de su inocencia, empezando por un deseo sexual a nivel precoz, descubriendo la razón por la que su madre llega tarde a la casa, llegando a un ambiente hostil que expone las mañanas que se pasa en el colegio.



A diferencia de la vida del crack en las calles de Nueva York, el consumo de drogas y colesterol y la adicción al sexo descarnado son el factor que realmente envicia a la nueva sociedad, y sus raíces son las calles vulnerables de las ciudades mas poderosas del mundo. Y aquí en Bogotá, la historia de ‘Las Tetas De Mi Madre’ se realizó en la zona mas deprimida y/o vulnerable como la entonces Calle Del Terror como el Bronx, y Las Cruces, que revelan el lado oscuro de la vida nocturna dentro del bajo mundo de la delincuencia que no respeta las edades, como dice la canción del rapero 50 Cent ‘Hazte Rico O Muere En El Intento’, que en el farfullo y el desorden la gente se pierde con facilidad. 


‘Las tetas de mi madre’ se grabó principalmente en Las Cruces y el Bronx en Bogotá, dos de las zonas más deprimidas de la capital colombiana. La ciudad es otra de esas capas de la historia, especialmente la vida nocturna y el asunto del microtráfico, que van revelando sin misterios o tapujos cómo el bullicio oculta todo y en entre tanta población la misma gente se pierde, incluso su base más joven. Reiterando que la misma niñez y adolescencia se adentra a un mundo que le repercute el desacato a la autoridad en el hogar y cuestionando lo que los padres les ha enseñado en su corta vida, pensado en lo que se ve en los colegios, tanto públicos como privados que desafortunadamente no valoran la cultura ética ni moral, viéndolos como un modelo anticuado e inútil. Por lo visto, el sentido de vida en los preadolescentes, como en la historia del pequeño Martin abarca varios adeptos que se conectan con el descrito bajo mundo, a nivel psicológico y social, arrastrado por ese infierno marginal bajo el poder de la noche, reflejando los momentos de abandono que niega ese chance de una unión filial, y vemos escena donde Martín despierta ese lado viril cuando duerme junto con su madre, al igual que cuestionar las relaciones con los hombres que la rodean.


La Inocencia Perdida De Martín ­+ La Adultez De ‘Cacharro’ = La Mafia Infantil


La historia de Martín, un niño que se gana la vida trabajando como repartidor en una pizzería en el centro de Bogotá, recorriendo con sus entregas en una bicicleta Monareta en el cruce de la carrera decima con calle 19, luego se disuelve entre las calles del Bronx o Las Cruces. Este niño probaría una inocencia a leguas viéndose como el estudiante responsable que llega puntualmente al colegio a atender sus clases, que luego se dirija a la pizzería como mensajero, teniendo la mentalidad de ahorrar dinero con el fin de conocer Disneylandia, una fantasia que ha tenido desde pequeño y ha querido llevar a su madre a esa tierra de la imaginación, pero siempre termina frustrado ante el realismo de los adultos, revelando que para ir allá se necesita tener una visa.



De hecho, a la salida del colegio, conoce a un muchachito de su edad que se apoda ‘Cacharro’ que tenía la intención de quitarle la bicicleta a Martín, pero por verle esa gallardía, se gana la amistad del muchacho, y desde ahí, Martín lo ve como ese hermano que nunca tuvo, y mas adelante se emprende al viaje hacia el lado oscuro de las calles de Bogotá, conociendo como se mueven las fichas en el tablero de ajedrez del microtrafico, que ahí el mismo ‘Cacharro’ se convierte, no solo en el héroe personal de Martín, sino tambien en su mentor, siguiendo sus pasos de pequeño gangster que se gana la vida como un infame traficante de los barrios bajos del centro de Bogotá, dejando de lado sus estudios, por culpa del conflicto que tiene con su madre, al descubrir la verdad de por qué llega tarde en las noches, viendo que este llega primer a la casa y tiene que hacer las responsabilidades de la casa, como hacer la comida y la limpieza.


Pay Per View (Paga Por Ver)



Vemos la rutina de Martín, estudiando en las mañanas, hasta pasar el resto del día en la pizzería donde trabaja como repartidor, recorriendo usualmente la carrera decima y la calle 19 del centro, haciendo esto a espaldas de su madre, creyendo que volvia a la casa despues de clases. Por mera coincidencia, cuando realiza su ultima entrega, en un prostíbulo, mas conocido como uno de esos ‘putiaderos’, donde accidentalmente entra a un cubículo donde se ve a las chicas haciendo striptease frente al vidrio que parece un espejo de interrogatorio, y en ese cuarto se depositan unas monedas para entrar a ese placer que dura unos cinco minutos. Para Martín su vida tiene un vuelco cuando en esa tercera noche vuelve a al cubículo del placer donde ve a una cara familiar en un cuerpo desnudo bailando exóticamente, y ahí Martin derrama lagrimas, no solo de tristeza, sino tambien de rabia, viendo que su madre es una prostituta nocturna, a pesar de trabajar en el dia, una consecuencia de salir de la pobreza solo por un dia, y volviéndose un circulo vicioso



Estas escenas demuestran que Martin se ha hundido en un mundo en el que se ve forzado a madurar forzadamente, entrando a la vida sexual por su cuenta, donde ve a hombres mayores ‘embobados’ viendo un par de tetas gelatinosas y a veces caídas, y se complacen masturbándose y dejando manchas de semen en sus pantalones. Desde ese momento tan turbio, la poca comunicación que tiene con su madre en las mañanas al desayuno se va desvaneciendo poco a poco, debido a la rabia que el hijo le siente hacia lo que su madre hace despues de trabajar en la panadería. Sin decirle nada, él la ve en ese sitio todos los días, como resultado de la frustración de no poder llevarla a Disneylandia, o llevarla al trabajo con el carro que piensa comprarse cuando sea grande. La realidad de Martin se hace mas realista cuando este siente celos de su madre hacia los demás hombres que quieren estar con ella.


El Complejo De Edipo


La sexualidad de Martín madura de manera precoz, al tener de frente a su madre desnuda frente a un muro invisible que para ella es un espejo que ignora a sus clientes. De hecho, Carlos Zapata tenía en mente la aplicación del psicoanálisis de Freud en el argumento de su película, que de paso expone la madurez precoz de un niño de escasos doce años, que con lagrimas en los ojos se vea convertido en un hombre locamente enamorado del sexo opuesto, que precisamente se manifieste esa relación incestuosa en secreto, por estar celoso ante el padrastro abusivo e inescrupuloso, y un vecino depravado que solo quiere tener sexo con ella.



Ese sentimiento de celos conlleva a Martín a que su madre se sienta cohibida para compartir momentos con cualquier hombre, incluso con su abusivo padrastro. Tristemente, Carlos Zapata adentra el complejo de Edipo a su protagonista, que creció sin ninguna figura paterna, ni mucho menos contando con esa orientación hacia la diferencia entre lo bueno y lo malo que habita en su entorno social. La mente de Martin es prácticamente la de un hombre maduro pero encerrada en el cuerpo de un preadolescente que en en tres años podría llegar a alcanzar la pubertad, e ignorando lo que hace su madre en las noches, llega primero a hacer sus deberes, y viéndose asi como el hombre de la casa, que aun así no permite nadie se le acerque a ella, y adoptando una actitud mas agresiva y rebelde, porque lo visto en ese desequilibrado nucleo familiar, hace que él tome sus propias decisiones, de ahí cuando se entra al reino del vicio, conociendo a ‘Cacharro’, un ‘ñero’ que es tambien inescrupuloso en estos negocios de bajo mundo, diciendo que la venta del bazuco es la mejor manera de aprender matemáticas que escuchar el mismo discurso monótono de los profesores.



En una noche, Martin tambien demuestra sus celos cuando separa las dos camas individuales y cohibiendo a su madre de preguntarle por qué, y terminarían durmiendo juntos, y luego Martin comience a expresar ese inocente acto de incesto en un pequeño contacto físico y oral hacia el cuerpo de la mujer, hacia su madre. Algo similar al relato de Sofocles, Edipo Rey, un hombre que asesina a su padre y sin conocer sus rasgos familiares, accidentalmente manifiesta ese amor descarnado hacia su madre, la reina, que mas adelante en la película el ambiente se torne mas conflictivo y que luego Martín abandone esa vida normal hacia una con problemas y hundido en el mundo del delito.


Finalmente, esta película nos da un mensaje que nos invita a abrir los ojos ante la realidad que ilustra el lado oscuro de Bogotá, una sociedad sumida a una pobreza que conduce a la desesperación de suplir las necesidades mediante actividades ilegales, accediendo a la vida fácil y sin pensar en las consecuencias que llevan a una tragedia, no la muerte en si, sino que la desviculación familiar es absoluta, en el sentido que ese el ideal de ver cómo las personas se pierden dentro de ese viaje que no tiene regreso, siendo su única salida a los problemas.


Hasta el próximo miércoles.

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