Nos
enfocamos en el cine colombiano, a lo largo de este par de semanas en la
Biblioteca Gabriel Garcia Marquez, la idea de este seminario al que asistí se
refirió a tres héroes que proclamaron la originalidad del cine de nuestro país,
que precisamente no son rolos, ni paisas, sino que son oriundos de la tierra de
la salsa, las niñas calientes y del ‘oís’, personajes como Andrés Caicedo,
Carlos Mayolo y Luis Ospina, los mismos que cuestionaron la productividad de
las crispetas de maíz, el Burger King, la Pizza Hut y demás junk stuff que se
exhibe en las cintas de mas 8 mm, y diciendo que el cine de nuestro país es
propio y que nuestra cultura y tradiciones son únicas.
El
‘Caliwood’, un acrónimo del ‘Holywood caleño’, que se origino en las reacciones
neuronales, reflejando una creatividad cinematográfica, en el cerebro de Luis
Ospina, que fue uno de los lideres del movimiento artístico cinematográfico,
que luego reclutó a Andrés Caicedo un muchacho de cabello largo de unos escasos
25 años, que obtuvo su popularidad al publicar un libro ‘¡Que Viva La Música!’,
ganándose la admiración de Ospina, viéndolo como un hombre visionario de una
sociedad que valora el poder del cine y la música como otra manera dinámica de
expresar la cultura artística. El movimiento artístico conformado por esta
terna del cine y la televisión entra en escena demostrando que la dependencia
hollywoodense americana se pasa a segundo plano, y que los paisas y los rolos
no son la gallina de los huevos de oro del talento.
Nada
como el fenómeno de lo maldito empezaba a carcomer el poder del Caliwood,
debido que la tergiversion que sufrieron en la década de los ochenta, debido a
la influecia del merchandising, olvidaron el poder de la originalidad de los
setenta. Luis Ospina afirma que sus proyectos se tornaron superficiales. Andrés
Caicedo, considerado como el Kurt Cobain caleño, con una similitud a Jim
Morrison con ropa de salsero nocturno a lo Hector Lavoe, que con su libro ‘¡Que
Viva La Música!’ haga una confesión sobre un futuro cambio que la sociedad sufriría,
y narrando un pasado asombroso que describe esa mera originalidad y valoración por
lo típico y cultural. Luego una combinación entre vodka y coca, evidenciando el
aire que respiraba el tercer miembro de este trio ternura, Carlos Mayolo, un
director descomplicado que solo le importaba la calidad de sus trabajos a
cualquier modo, ignorando las reacciones de sus colegas, y Ospina oia una frase
de un cineasta español, Juan Luis Guerin, que le dijo ‘que otros no cuenten
vuestra historia’.
‘Que
otros no cuenten vuestra historia’ es la frase que Ospina tomó como impulso
para crear una historia de su grupo en el documental ‘Todo Comenzó Por El Fin’,
cuya duración consta de tres horas aproximadamente, y sus tres narradores, Luis
Ospina, Andrés Caicedo y Carlos Mayolo, refeljando sus vividas experiencias en
ciertas producciones famosas de estas dos décadas en la historia del cine
colombiano. Empezando por el incidente de los Juegos Panamericanos que
esperaban un cambio repentino en la ciudad, y al igual otro factor como el narcotráfico,
como el flagelo de la destrucción de lo arquitectónico, patrimonio cultural,
cosa que Ospina tenia en mente. La rumba por las noches a grandes dosis de
salsa era su manera de trabajar, Ospina, al igual que Mayolo y Caicedo eran
hombres que no se complicaban la vida con responsabilidades, como casarse y
tener hijos, diciendo de manera directa que el llenarse de responsabilidades
hace el ser irresponsable, sus vidas siempre imprimían la juventud, y que
Caicedo decía como un epitafio ‘Nunca Permitas Que Te Vuelvan Persona Mayor,
Hombre Respetable. Nunca Dejes De Ser Niño’.
Luis
Ospina resume que varios movimientos en diferentes partes del mundo como The
Factory Of Andy Warhol en Nueva York, el hipismo, la recreación a base de
drogas, Paris en mayo del 68, La Movida en Madrid y por supuesto Cali, que
incluso el gusto por el poder del rock impulsado por la influencia del poder
politico de la revolución cubana les de circunstancias en lo que se fundó como ‘Caliwood’,
que tambien se impulsaron por la magia de Hollywood, por competir con la
industria norteamericana, por el fin de darle el concepto de Cali al mundo,
inspirados en figuras como John Ford, Jerry Lewis y Billy Wilder, incluso
incluyendo celebridades europeas como Werner Herzog y el Nosferatu de Klaus Kinski
cuando filmaron Cobra Verde en el 87.
'Mayolo y Ospina posando para una foto con Werner Herzog en el rodaje de Cobra Verde'
Teniendo
ese furor cinematográfico en la ciudad, Ospina abre las puertas del Cine Club de
Cali. Junto con Mayolo, que funda el género Gotico Tropical, contando con la
carga de 30 producciones, largos y series, entre ellas la inolvidable Azucar,
que diagnosticaba una cruda radiografia social de su natal Valle Del Cauca. Otro
aspecto como la ‘pornomiseria’ que el mismo Ospina define en su visión cómo los
extranjeros toman lo nuestro como mercancía cinematográfica, utilizando el
contexto tercermundista como un utensilio domestico para crear mas
producciones, que eso se ve actualmente en ‘El Abrazo De La Serpiente’, que
Ciro Guerra hace como un negocio de cintas con el patrimonio del país.
El documental que Luis Ospina creo, ‘Todo
Comienza Por El Fin’, es el reflejo de cinco años de trabajo para armarlo,
resumiendo sus décadas de artista cinmetografico, almacenando mucho ‘found
footage’ que refleja los tiempos angustiosos y emocionantes que pasó con sus
amigos y muchos allegados que solo pudo ver que enfrentó una cosa, la muerte en
una sala de urgencias, la muerte misma que se llevo a sus dos colegas, Caicedo
y Mayolo, el primero que cometio suicido a sus 25 años en 1977, el segundo que murió
en el 2007 a causa de la depresión, las drogas y el alcohol, y que Vicky
Hernandez lo tildó como un bruto al dejarse morir.
Luis
Ospina se reunio con su grupo de trabajo por empezar este megaproyecto solo en
una comida grupal, y narrando con detalles su supervivencia a un tumor que
atacaba su sistema circulatorio, debido a una anemia que se le convirtió en cáncer.
Él realizo una película del vampiro urbano, ‘Pura Sangre’, con el fin de
reflejar en su trama el sufrimiento de su enfermedad en un paciente, cuyo hijo
cuenta con un grupo de delincuentes inescrupulosos (entre ellos Mayolo, dentro
del reparto), para buscar y asesinar victimas para mantener vivo el paciente. Sin
embargo, Ospina logró sobrevivir para contar su historia, un lapso de 20 años
de su vida devoto a la industria del cine colombiano, la recordada ‘Caliwood’,
que perdió dolorosamente a dos de sus fundadores.
Hasta
el próximo Domingo.
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