Esta
semana el blog se dio un tour por el terruño de los tallarines y el sushi,
empezando por hablar de Jin Kazama, y hoy que tuvimos la oportunidad de
recordad a un director inigualable como Akira Kurosawa, un revelador de sueños psicodélicos
y folclóricos de la vida nipona, y en una historia delante de las cámaras como ‘Rhapsody
In August’, que narra la resurrección de dos pueblos como Hiroshima y Nagasaki
que el nueve de Agosto de 1945 fueron arrasados por el abrumador poder de una
bomba atómica que supuestamente sería la solución de los gringos para poner fin
a una guerra entre el fascismo y el imperialismo.
Kurosawa
planea contar una historia que no refleje el repudio entre las culturas
oriental y occidental, y así él anhela un sentimiento de perdón entre Japón y
Estados Unidos, acordando un sentimiento de paz para olvidar los horrores de la
tragedia de 1945. Además de hablar de lo visto en la pelicula de Kurosawa,
Gabriel Garcia Marquez hizo un reporte sobre los últimos momentos de la
Hiroshima y Nagasaki a fines de la Segunda Guerra Mundial, comentado sobre un
sacerdote jesuita, Pedro Arrupe, que sobrevivió a la explosión a una distancia
considerable y sintiendo los estragos de la radiación causada por la bomba
lanzada. Y aquí hay unas ideas que se comparten sobre lo que Garcia Márquez y
Kurosawa explican sobre este tema, como si fuese una crónica, tanto real como
novelesca.
Akira
Kurosawa, entre muchos otros directores de su país, el desea remarcar el
contexto de la cultura nipona en la mayoría de sus películas, empezando por lo
visto en sus ‘Sueños’, observando como su gente se adentra en sus tradiciones
de manera abierta y enfocándose a sus raíces familiares y demostrando esas
pocas nociones de conflicto para solucionar los problemas, Kurosawa no demuestra
la violencia en sus historias, sino que en especial se busca la mejor manera
pacifica posible. No quiere la violencia en una rapsodia sufrida cada agosto,
sino mas que todo entrar en la conciencia de la gente sobre los estragos que la
guerra deja en los pueblos, el estigma que deja el poder radioactivo de una
bomba nuclear, además de trastornos físicos, malformaciones congénitas a la
gente, y como otra seña particular a los propensos a la radiación, es la caída del
pelo.
Gabo Habla De
Hiroshima, Kurosawa Se Enfoca En Nagasaki
Una
escuela ubicada en Hiroshima, donde trabajaba el padre Pedro Arrupe, enseñando
catequesis a más de 50.000 niños, escolarizados desde la edad de 8 años, de carácter
obligatorio, y cada sede de la escuela de la ciudad recibia alrededor de 2000
estudiantes, mientras los padres estaban en su lugar de trabajo, la mayoría a
la actividad comercial y pesca fluvial. Hasta que pararon los bombardeos en
Tokio, los estadounidenses descubrieron dos prefecturas intactas y pacificas,
en el caso de Hiroshima y Nagasaki. Garcia Marquez comenta que según la crónica
de Arrupe el sintió el estruendo y un enceguecedor flash, acompañado de una
poderosa onda explosiva que parecía un huracán y como si fuera otra catástrofe natural,
esa onda barrió con todo a su paso, acabando con toda señal de vida, animales, vegetación,
vidas humanas, además de acabar con toda la infraestuctura de las ciudades, la
gente que vivía a los alrededores que no fueron alcanzados por la bomba,
Kurosawa lo manifestó como un hongo de mas de 5000 metros de altura, vieron un
ojo gigantesco que expresaba esa ira devoradora, y el cura Arrupe logro
sobrevivir a la explosión, narrando lo que vivio en esos trágicos minutos que
se le hicieron eternos.
En
la prefectura de Nagasaki, en las tomas de Kurosawa, después de 45 años de la
tragedia, una familia decide no recrear esa pesadilla, lo que se ve en las
nubes, que se camuflan bajo el humo radioactivo en una fuerte tormenta,
reflejando esa calvicie como la secuela lenta de esta guerra loca, al igual que
los ojos ilustrados en la mente de una anciana que perdió a un pariente cercano
en una escuela que fue alcanzada por el poder explosivo y fundiendo unas barras
de metal del parque del sitio, que han sido el objeto simbolico del desastre, y
sus sobrevivientes le rinden un homenaje de aniversario cada nueve de agosto.
La cultura nipona es absolutamente comprendida y abierta, la americanización es
tan evidente que se ve un grupo de niños con camisetas alusivas a la educación norteamericana,
dentro de una casa japonesa que se transforma en un templo para honrar a los
caidos de la bomba, y haciendo rituales a la hora de comer, lo que ya esa niñez
considera tan inusual en esa generación.
La Insignificancia
Del Poder Del Dinero Y Honrar El Pasado
La
cultura nipona siempre se centra en la tradición de honrar a la familia y
siendo un ritual religioso y una creencia que marca generaciones, asi como el
no tolerar los errores, dejando el nombre de la familia en vergüenza, desde los
señores feudales. Aquí ya viviendo en la era contemporánea, esas tradiciones se
van dejando de lado, olvidando lo que los abuelos, sobrevivientes del ataque
siguen lidiando hasta el fin de sus días, pero a los hijos ya le pierden el interés
a las historias, andando entre lujos, dinero, poder y trabajo, aislando las
conversaciones que la anciana entabla con ellos, y ella se refugia con sus
nietos, quienes son curiosos por conocer lo que sucedió realmente en su ciudad
natal, recorriendo los lugares que anteriormente fueron devastados, y sintiendo
esa nostalgia prematura por imaginarse vivir en carne propia los horrores de
una guerra que aun sigue por décadas.
Los
ancianos son la sociedad mas abierta que los jóvenes y los adultos, inculcando
unas historias ficticias que inculcan la tradición familiar, contando historias
que hablan de dos arboles que se suicidaron por un rayo, asustando gente con la
presencia de un duende que merodea por la laguna, y el hermano que nunca vio
que se soñaba con ojos que percibían todo alrededor, y esos ojos se dibujaban
en las paredes. Kurosawa, a diferencia de Gabo, habla sobre ese pacifismo que
nunca se vivió en un pueblo como Macondo, el realismo mágico de Garcia Marquez,
lo arrasa con otra guerra cruel que es mas devastadora que un bomba atómica, y
destruyendo vidas por completo, además del poder de una alquimia incomprendida,
además de las invasiones de los británicos y los norteamericanos, como una analogía
de la Masacre De Las Bananeras, y ambas guerras, la primera según Kurosawa y la
segunda según Gabo, son contadas en diferentes perspectivas. Esa idea de
resurgir lo destruido se manifestó en un órgano que uno de los niños con
optimismo consigue reparar, dando esperanza para que las cosas vuelvan a ser
como antes.
Una
Conversacion Entre Akira Kurosawa Y Gabriel Garcia Marquez
El
escritor de Cien Años De Soledad se sienta a hablar con el director de
‘Sueños’, intercambiando palabras sobre la ideología que se tiene en mente para
narrar los hechos sobre la segunda bomba en japon, la abatida prefectura de
Nagasaki, el caso de Rapsodia En Agosto (‘Rhapsody In August’), ganadose los créditos
en el Festival de Cannes, pero en Estados Unidos no fue bien recibida por
considerarse ofensiva para ellos, aunque Kurosawa solo quería transmitir un
mensaje de fraternidad entre los dos países, mediante una reunión familiar.
Adicionalmente, se quería agregar una escena con un tifón, que según los meteorólogos
iba a llegar al país en tres días, el ingrediente que se le complementa para
agregar una escena deseada, pero nunca se llegó a dar, lo que se recurrio a los
efectos especiales, un set de ventiladores especiales para simular la tormenta.
'Richard Gere y Martin Scorsese participaron en dos de sus peliculas, el primero estuvo en Rhapsody in August, y el segundo en Dreams'
Garcia
Márquez se interesó en cómo el director creaba sus películas, escribía sus
guiones, admirando sus poderosas adaptaciones literarias, entre ellas ‘Rashomon’,
lo que se le genera cuirosidad, Kurosawa se dirige a un hotel, toma papel y lápiz
para planear el argumento, teniendo idea de qué se tratar y de paso pasa la conclusión,
empezando con ideas naturales, sin tener una escena en común para iniciar el
proyecto, se inclina por ideas dispersas. La idea no es autoalabarse ni ser
Dios para idear un buen argumento, sólo que se dan a una visión global del
guion, para esquematizar la trama que se va organizando por partes o escenas, y
acto seguido se contruye el argumento. Por otro lado, regresando a la temática de
‘Rapsodia en Agosto’, no se trata el tema de la muerte como tal sino que quiere
narrar la experiencia de una anciana de Nagasaki, sobreviviente de la bomba atómica,
con rastros de la radiación, la calvicie evidenciada desde el comienzo, y el
fin de Kurosawa es transmitir en la pelicula como esas heridas del pasado se
van cicatrizando, y sintiéndose triste e indignado con esto que toca nuestra
realidad, algo que ese pasado se enterro y su país decidió archivarlo.
En
conclusión, los recuerdos de Kurosawa en la cinematografia japonesa es ese
espacio para los gustosos a este tipo de películas clásica que sienten
curiosidad sobre una cultura, que no es tan popular para algunas personas, pero
para los que les gusta investigar al respecto, existe esa mina de oro con
historias que pueden hacernos dormir, sólo que hay que tener suficiente actitud
y batería para comprenderlas y no perder tantos detalles que solemos omitir
cuando vemos una pelicula o leer un libro, y las regresiones persisten,
asistiendo a talleres literarios y ver películas con gente que le interesa
comentar al respecto y haciendo una actividad colectiva, se llega rápido al
punto.
Hasta
el próximo domingo.
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