Descansando de un arduo trabajo en el UCM, Taika
Waititi nos comparte una historia llena humor negro y sarcasmo sobre las
ilusiones que el Nacional Socialismo le imprimia a los jóvenes de ese entonces,
una guerra que se iba a ganar con ideales metafóricos y una especie de hipnosis
con cuentos de hadas cuasi creíbles. Anteriormente, habíamos planeado hacer una
reflexión sobre esta cinta protagonizada por Griffin Davis y Scarlett
Johansson, pero optamos por anticipar la reseña en nuestro blog principal. La
temática que nos plantean es ver cómo un niño alemán presencia la ideología
nazi en su ámbito social y pensando que sería el concepto ideal para su diario
vivir, teniendo al mismo ‘Führer’ como amigo imaginario, ese mentor como
mensaje subliminal psicológico.
A diferencia de otras cintas como ‘La Lista De
Schindler’, ‘Pearl Harbor’ o ‘Bastardos Sin Gloria’, hablando del imperialismo
nazi, Taika Waititi se echa un premio al bolsillo con una narrativa única como
‘JoJo Rabbit’, que posiblemente, Waititi le hiciese una competencia a Tarantino
con su inigualable ‘Bastardos Sin Gloria’, y aquí un niño de diez años tenga
como amigo imaginario a ese personaje detestado por el resto del mundo,
inculcándole la mentalidad de perseguir y exterminar judíos, y haciendo un caso
de la Segunda Guerra Mundial como un cuento para niños, ver pajaritos y flores
en medio de la guerra, aunque los horrores de la misma se viven en carne
propia, es como si esto se viese como una especie de anime en el concepto del
‘anti-odio’.
El Circo Del Tercer
Reich, Cielos Para Enjaular Payasos Llorones
Waititi se inspiró en una novela de Christine
Leunens, Caging Skies, narrando las vivencias de un niño austriaco de nombre
Johannes, su patria, conectada al Tercer Reich, cuya ideología hitleriana
cautiva su mentalidad. Sin embargo, la oposición al régimen toma la ofensiva en
su nucleo familiar, y oponiendo resistencia, es forzado a quedarse en casa,
hasta descubriendo que sus padres están albergando a Elsa, una chica judía. El
amor los va uniendo, aun siendo un par de extraños, y analizando que el destino
de los judíos esta entre la espada y la pared debido a la influencia del
régimen de Hitler.
La libertad se gana cuando la guerra se acaba, pero
aun estos chicos siguen unidos, bajo el sentido de una mutua dependencia, una
curiosidad que torna una severa obsesión por conocer a fondo a los judíos, solo
que esa curiosidad hace que el chico nazi y la judía se conozcan a fondo,
viviendo en ese circo que el ‘Führer’ impuso en su nación. Entonces, con esta
historia, Waititi hace de la historia del Tercer Reich una sátira de lo que
aprendíamos en la clase de historia, una guerra por un ideal sobre la pureza de
una raza, como si fuera todo un chiste.
En 1972, una cinta como ‘The Day The Clown Cried’
(El día que el payaso lloró), protagonizada por Jerry Lewis, personificando a
un payaso visto en los campos de concentración nazi, haciendo diversos números
para niños judíos antes de ser ejecutados, y causando controversia por los
espectadores, definiéndola como una pésima película, pero luego se cambia de
opinión de verse con detalles, pasando a ser como una de las mejores películas
del cine clásico.
No descartemos a lo que se vio en otras películas
retro como en el caso de ‘El Gran Dictador’ de Charles Chaplin y ‘Ser O No Ser’
de Ernst Lubitsch, que también inspiren a Mel Brooks para su cinta ‘Los
Productores’, que se encargan de hacer mofa a los conceptos absurdos del
fascismo, hacer la ideología de Hitler una comedia concentrada con humor negro.
Estos largometrajes como tal hacen del género de la comedia más rentable, la
ironía como ese ingrediente para hacer un plato visual muy apetitoso.
Un Drama Lleno De Humor
Negro
La presencia del humor negro en lo que plantea
Waititi, desde lo que vimos en Thor ‘Ragnarok’ y ‘Lo Que Hacemos En Las Sombras’
(What We Do In The Shadows) es lo que se fundamenta en todas sus historias, y
un tanto dramático en ‘The Mandalorian’, y así este coctel molotov se presenta
en JoJo Rabbit, despertando el concepto del ‘Anti-odio’, como una operación muy
delicada que define el destino de un paciente en estado crítico, convertir el
drama en comedia es algo novedoso y a la vez estilístico, como ver una burla a
un tema tan delicado como la política.
El destino de una familia bajo un régimen nacional
socialista queda marcado, hasta que quedarse abolido, se puede presenciar la adaptación
del subgénero de la sitcom, burlándose de la realidad y la ignorancia de gente
que sigue la doctrina de Hitler, sin saber lo que les va suceder más adelante,
y los diálogos con algunas instancias, la relación ‘madre – hijo’ se vuelve el
centro de atracción de la narrativa, no solo por ver de nuevo a Scarlett
Johansson, descansando de ser la Viuda Negra, y aquí con Griffin Davis, podemos
no solo ver un hogar armonioso, sino tambien la oposición de ideologías, y
descubriendo que la madre oculta una niña judía en la casa, por todo este
alboroto siempre hay consecuencias.
Haciendo El Oso Con
Intención, Waititi Con Sabor A Otomo
Esta película es un proyecto tanto ambicioso como
exitoso, distorsionando la historia de una Alemania Federal, para ridiculizar
mesuradamente el concepto del nazi y sus doctrinas que generan ese fanatismo
agresivo, eso es lo que minuciosamente Waititi planea, recrear una historia
conocida desde el colegio en este contexto Millenial.
Nos adentramos a un universo alterno para crear
conciencia sobre el impacto de la propaganda que repercute la mentalidad del
menor ante las influencias del Tercer Reich, como un efecto de inducir a una
persona ignorante a la religión cristiana. En efecto la presencia del realismo mágico
es como estar tentado ante la subjetividad de lo que el simple ojo ve, sin
analizar el contenido detalladamente, es como ver la portada de la revista, el
dibujo y la foto son bonitos, la compramos y al abrirla, no hay lo que
realmente necesitamos, y es así lo que el protagonista va viviendo, lo que su
madre le cuestiona todo el tiempo, y tratando de explicarle la belleza de la vida
fuera de seguir una política incomprendida a tan corta edad.
Nos podemos dar la idea de comparar esta historia
con lo que Katsuhiro Otomo manifestó en su cortometraje de Memories, basado en
su propio manga, tres capítulos, uno que trata sobre lo engañoso que son las
apariencias, el segundo que habla sobre la ambición de poder sobre un país,
ridiculizando las torpes acciones militares al no poder cumplir un simple
objetivo, y el otro seguir una política absurda que le lava el cerebro a la
gente, puede que esta estrategia narrativa le de ideas a Waititi para esta
producción, dándonos un paseo a una nación devastada por la guerra.
Risas Que Hacen Llorar
Se hace irreverencia cómica al inicio de la cinta,
los nazis son los payasos reflejados en la pantalla, los humoristas emisarios
de Hitler, como ese amigo imaginario que inculca decentemente sus mensajes
subliminales a un niño idólatra, hasta que la muerte le abre los ojos,
observando gente ejecutada en la plaza pública como consecuencia por desacatar
las políticas del ‘Führer’, como el sentido de minimizar o hacer gradual el
nivel de humor en la trama principal, evitar el lado polémico, salvo que hay
ciertos aspectos que nos recuerde experiencias de películas como La Lista De
Schindler de Steven Spielberg y Bastardos Sin Gloria de Quentin Tarantino,
tocando el tema del flagelo de los judíos, siendo presas de ejecuciones obligadas
por la Gestapo y la SS, y las consecuencias de locales que sean cómplices de
esconder judíos en su residencia, y de ahí hay personajes que hacen referencia
a los villanos de estas películas mencionadas como Amon Göeth (Ralph Fiennes) y
Hans Landa (Christoph Waltz).
Se establece un 50/50 entre lo gracioso y lo dramático,
como el respetar la memoria de los judíos que perecieron en ese periodo oscuro
de la Segunda Guerra Mundial, judíos ocultos en el centro de Europa. JoJo
Rabbit también es una historia para crear conciencia sobre las oportunidades
que la vida tiene después de sobrevivir a los conflictos armados, como darle un
final feliz para subsanar ese circo visto, mas referencias a comedias oscuras
nazis, una alegoría a ese fatal genocidio, el simbolismo sangriento disfrazado
de payasos que con sus actos que hacen llorar de la decepción, una mofa sobre
los judíos en una historia que realmente despierta ese amor hacia la refugiada,
como se teatro oscuro.
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