viernes, 27 de diciembre de 2019

The Mandalorian, Capítulo 5 ‘The Gunslinger’


Hemos pasado el 50% de la serie, y como ya se ve, las temporadas se hacen cortas, de ocho a diez, o máximo doce episodios, anteriormente de a 26, lo que ya se volvía re-cansona. En este nuevo capítulo, Mando se regresa a su mundillo Western intergaláctico, en compañía de su inseparable amigo, Baby Yoda, que siempre le trae problema, pero a medida se ve mucho su figura paternal, desde su primera aparición.


La disidencia de Imperio se hace cada vez más fuerte, en cuanto a la persecución que transforma la historia en una especie de ‘road film’, y como se ve, se empieza a reciclar referencias de la saga clásica, especialmente en Tatooine, el planeta natal de Anakin y Luke Skywalker, lo que ya se presenta como un síntoma de falta de creatividad, o a menos que se adentre a un contexto nuevo, como un reboot, como ya para decirle adiós a la saga de Skywalker. Veremos algunos detalles importantes que pillamos a lo largo de este capítulo.

Siempre Hay Estragos En El Camino


La idea de retomar referencias de una saga clásica, es lo que se hace de costumbre en el UCM, coger un personaje o un argumento para exprimirlo hasta la última gota, es lo que ya se vuelve monótono y a la vez predecible y aburridor, el efecto ‘fan-service’. Se piensa hacer una minuciosa exploración a la saga clásica del Universo de Star Wars, invitando a las nuevas generaciones a conocer cómo se inició y mencionando personajes conocidos, aquí se empieza con una dichosa persecución entre naves, dejando una avería para llegar a aterrizar forzosamente a Tatooine, el planeta de los Skywalker y más popular de la franquicia.

'Al que le gane...'


Pues como es típico cuando se daña, ni modo de buscar alguien que sea de buen remendón y que cobre con las tres B (bueno, bonito y barato), y mientras la nave está siendo arreglada, por falta de platica, nuestro héroe se verá forzado a buscar camello para reunir el ‘billetico’ imperial para pagar los gastos. Pasando por el Bar Mos Eiley, el bar frecuentado por Han Solo y su leal amigo Chewbacca, o incluso Luke y Kenobi, cuando estaban evadiendo a las autoridades imperiales para evitar ser capturados. Mos Espa, el hogar de Anakin y su madre. Por tal punto, nos sentimos nostálgicos a la hora de darnos un paseo por ese planeta, además de cruzar el mar de las dunas, donde Luke y compañía le hicieron el ultimo frente a su captor Jabba el Hutt. Aquí el ambiente del planeta se ve desolado y lúgubre por ser frecuentado por piratas, saqueadores e inclusive cazarrecompensas.

Cositas Que Se Recogen En El Camino

Estando en Moss Eisley, Mando es calurosamente recibido por tres droides idénticos, construidos por una mecánica, que siéndole muy amable con el protagonista, y éste forzudamente tendrá que buscar un trabajo para obtener el resto del ‘billetico’ para pagar las reparaciones de la nave, previniendo la presencia de los tres ciber-chiflados, pues el inicio del capítulo fue el espacio propicio para conocer a esta misteriosa mujer, que con el paso del tiempo se despierta un sentido de buen humor y personalidad muy amable, al estilo de una encantadora abuelita.


Al estilo Western, Mando llega a la cantina recordada, donde se topa con un cazarrecompensas novato, mejor dicho, aspirante, Toro Calican (Jake Cannavale), donde se aprovecha de la necesidad de nuestro héroe, le pone un contrato, capturar a ‘Fennec Shand’ (Ming Na Wen, la Chun Li que vimos en la serie del UCM Marvel’s Agents Of S.H.I.E.L.D.), una reputada asesina que ofrece sus servicios a cualquier organización criminal, y tuvo conexiones con los Hutt (referencias de Jabba), y como dice el dicho, ‘por la plata baila el perro’, a regañadientes acepta el contrato por pensar en la reparación de su nave. 

Se Acabó El Paseo

Con detalles, Mando y Calican emprenden el viaje por el mar de las dunas, la tumba de Boba Fett (devorado por el Sarlacc), se encuentran con dos sujetos vestidos de blanco y enmascarados, los Tusken, un clan de saqueadores radicados en Tatooine, los moradores de arenas,  según el banco de datos del Mandaloriano, los Tusken se consideran lugareños en el desierto, y consideran a los forasteros como una amenaza, algo muy parecido a los Ganados (Resident Evil 4), y para evitar una pelea absurda, Mando lo evita con una negociación mediante un lenguaje de señas, y dando algo a cambio para poder pasar. 


En la zona, Mando y su compañero de viaje, son recibidos por una serie de tiros distantes, hasta acercándose a donde estaba la tiradora, y para tomar ventaja en su captura, lo mejor es atacar en la oscuridad, se nos hizo muy parecido a los juegos FPS (First Person Shooting), donde ya la tiradora ya venía preparada con su mira infrarroja, aunque nuestros viajantes salen con un as bajo la manga, y desafortunadamente perdiendo una de las motos voladoras, la de Mando. De hecho la capturan, la retienen hasta que Mando regrese por el transporte del cazarrecompensas caído. Un cliché visto en las películas de acción, el de persuadir al captor por su libertad, Fennec le menciona a Calican que Mando tuvo una rencilla con los del gremio de Nevarro, y ahora es un fugitivo llevándose consigo al ‘niño’ (Baby Yoda, en este caso), siendo este el más buscado de la galaxia. Fennec se aprovecha de lo que Calican aspira y lo manipula para que traicione a Mando y tenga su reconocimiento en el gremio, y ser una leyenda con su ayuda, pero Calican no es tan inocente como nos imaginábamos, y éste le da su tiro de gracia para sacársela del camino.

'Mando, no confies en extraños. Mucho menos cuando tienden a ser muy amables'


Sin embargo, otro dicho como ‘la ambición rompe el saco’, Calican se deja llevar por el deseo de ser parte del gremio de cazarrecompensas, llega al taller primero que Mando, tomando a la mecánica y a Baby Yoda como rehenes. Nuestro héroe siempre tiene por anticipado un plan B, y Calican termina recibiendo una cucharada amarga de su propia medicina, quedándose sin el pan y sin el queso. El capítulo termina con la nave ya reparada, y su pago fue puntual, no solo por el arreglo, sino también el servicio de guardería.

'Descuida, Chun Li. Soy Bison...'

¿Quién será el que llegó a donde está el cuerpo de Fennec?


Fan Service, El Ingrediente Favorito De Disney

Hacer homenajes y citando referencias de vez en cuando, no hay problema. En este quinto capítulo si fue preciso para adentrarse a la saga clásica, sin mencionar al AT-ST imperial visto en el capítulo anterior, y aquí el regreso a un olvidado Tatooine nos despertó mucha nostalgia, y es novedoso que incluyan personajes que llegan, además de referenciar a Mos Eisley y los Hutt, como para inmortalizar a algunos de esos iconos carismáticos, en el que esto último, la aparición de Fennec no se de muchos detalles de la llegada de este personaje.

Como se ha estado diciendo, Disney se ha vuelto una empresa que tritura los trabajos originales hasta el último hilo hasta generar aburrimiento, la idea como tal es vender, y pese a que los dos primeros episodios fueron interesantes, muy originales, como lo muestra en la presentación del logo de Disney+, pero de ahí se presenta un estancamiento en la narrativa, la gente le pierde interés por entender de qué va la historia, de ahí eso se vuelve mensaje subliminal para los niños, así como el efecto de Avengers ‘Endgame’, que definitivamente esta película ha satanizado al UCM.


Se mencionaría una cruzada por los disidentes del imperio, y la restauración de la Primera Orden, liderada por Kylo Ren, sea algo como producto del Fan Service, el síntoma de estar reciclando con mucha frecuencia que se ve en Disney últimamente, que efecto son simplemente rellenos inusuales, lo decepcionante de estas producciones, y es algo muy tentador para ver. Esperemos qué pasa en los tres capítulos que faltan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...